30 mayo 2013

La Revolución Estética

Crearon un mundo marcado por los sueños y el misticismo. Por una religión alternativa, por el exotismo y el erotismo, por el onirismo, el universo de la poesía y del arte simbolista. Una exacerbación de la sensualidad, la figura femenina, las líneas de la naturaleza y todos sus elementos. Desarrollaron una nueva lógica donde quedaron excluidos los valores tradicionales.

El apogeo del Art Nouveau fue muy efímero (de 1895 a 1905) pero marcó -y sigue marcando- una era y, sobre todo en París, es imposible no encontrarse cara a cara con vestigios de este maravilloso movimiento artístico.

El Art Nouveau es un arte esencialmente urbano del cual París sea posiblemente la capital (sobre todo después de la Exposición Universal de 1900), pero también se encuentra en ciudades como Barcelona, Glasgow, Viena, Bruselas y Riga.


Castel Béranger (1895-98) de Hector Guimard, 14, rue La Fontaine, XVIème - Paris

Cartel de la rue Agar en el arrondissement XVI de París

Detalle de una ventana de la rue Agar - XVIème - París
Entrada del metro Porte Dauphine - H. Guimard


Metro Abbesses - XVIIIème - Paris

Metro Chardon Lagache - XVIème - Paris
Detalle de un edificio Av. de Messine - París - Arquitecto Lavirotte

Puerta del 29, Av. Rapp, París - Arquitecto Lavirotte


Techo del Palau de la Música Catalana - Barcelona

Detalle de la Casa Vicens (¡está a la venta!) de Barcelona
"La Divina", "La Voz de Oro", "La escandalosa" Sarah Bernhardt (1844 - 1923) - Daguerrotipo hecho por P. Nadar
Cléo de Mérode (1875 - 1966) - Formada en la Escuela de Danza de la Ópera de París. Bailó hasta la 1º Guerra Mundial. Uno de sus espectáculos más conocidos fue en la Exposición Universal de París de 1900.

Edgar Maxence - La Fumeuse
Hector Lemaire - La Roche qui pleure - 1900
Gustav Klimt - L'arbre de la vie
Maurice Bouval - Candelabros
Lámpara Tiffany
Afiche para el espectáculo "La Dama de las Camelias" realizado por Mucha

Afiche para un baile de máscaras
Afiche de Paul Berthon
Bijou realizada por Fouquet a partir de un diseño de Mucha - ca. 1900
Peineta Bizantina realizada por Fouquet siguiendo un model de Mucha

Publicación de 1899. Diseño de Mucha



« Il faut être toujours ivre. Pour ne pas sentir l'horrible fardeau du temps qui brise vos épaules, il faut s’enivrer sans trêve. De vin, de poésie ou de vertu, à votre guise. Mais enivrez-vous !  »

Charles Baudelaire


 « Nommer un objet, c'est supprimer les trois quarts de la jouissance du poème qui est faite du bonheur de deviner peu à peu; le suggérer, voilà le rêve.  »  
Stéphane Mallarmé



Post inspirado de la exposición actualmente en curso en la Pinacoteca de París sobre el Art Nouveau. Cruzando la calle, la otra exposición es la continuación de ésta: Tamara Lempicka, la Reina del Art Déco... pero esa es otra historia


Disculpas por lo  terriblemente mal insertadas que estás las imágenes. ¡Uno de los grandes defectos de Blogger es la inserción de imágenes!

24 febrero 2013

Esa raza rara


Nadie sueña con ser vegetariano. El vegetarianismo no inspira a nadie. Son como una especie disidente del homo sapiens, un eslabón perdido de la cadena alimenticia que, en vez de situarse heroico al final con los grandes predadores, decidió cobardemente quedarse entre los musgos y los insectos, justo por encima de la zanahoria y el brócoli. El vegetariano es la pesadilla de la anfitriona de la casa la cual queda desorientada ante tal espécimen y rápido empieza a imaginar platos a base de semillas y hojas.

¿Pero qué le vamos a servir? se cuestionan casi indignados aquellos que osan invitarlo a su mesa. Es un atentado a la moral, una falta de respeto a las buenas costumbres. Ser vegetariano es estar recluido del club de los bon vivants.
Están los militantes que enarbolan banderas verdes y defienden a todo pulmón los derechos de los cuadrúpedos. Y están aquellos que sufren en silencio, que esconden sus hábitos y no predican. Que rechazan la costilla de cerdo o se sirven ración doble de ensalada en vez de foie-gras en Navidad.
Yo los conozco, los cruzo cuando voy a los negocios de productos orgánicos. Lánguidos se pasean entre las góndolas con sus canastos llenos de productos difíciles de pronunciar. La tez mustia por la falta de proteínas animales, el pelo rebelde y las ropas sencillas. Austeridad, frugalidad que huele a abstinencia, a falta de excesos inherentes a la condición humana.
Yo los conozco muy bien. Yo soy una desde hace más de 15 años.

31 agosto 2012

Quodlibet*


Pasar el verano en París -sin irse de vacaciones- no tiene nada de malo. Durante el mes de agosto tuve poco trabajo y me pude dar el lujo de vagar por las calles de mi amada ciudad, descubrir nuevos lugares (siempre hay rincones ocultos) o volver a los preferidos.
También fui a varias exposiciones. Ésta fue una de mis preferidas:


Elvire au col blanc - Modigliani
La Femme au pullover rouge (1917) - Moïse Kisling
Interesante aprender sobre la vida de Jonas Netter de quien nunca había escuchado hablar y, sin embargo, fue uno de los coleccionistas más importantes del siglo XX. Descubridor de talentos y extremadamente discreto. Sin él, artistas como Modigliani, Soutine o Utrillo no hubiesen existido. Netter era un amante del arte en general y de la pintura en especial. Cuando llegó a París desde su Alsacia natal, no tenía los medios suficientes para comprar obras de arte, particularmente impresionistas, sus preferidas. Pero su pasión lo llevó a interesarse por artistas desconocidos y se aventuraba en ateliers para encontrarlos. Para eso se asoció a un personaje remarcable: Zborowski, un poeta polaco (o al menos así se definía él) exuberante, sociable y extrovertido, su opuesto exacto. Es este personaje quien le presenta a Modigliani. Netter, un judío discreto, se fascina con sus obras y empieza a comprar todo lo que el italiano pintaba. En un momento llegó a tener más de 40 obras. Así empieza a conocer a otros artistas quienes, más tarde, formarían parte de lo que se denomina “La escuela de París”: Valadon, Kisling, Utrillo, Soutine y otros menos conocidos como Krémègne, Kikoïne, Hayden, Ébiche...
Amedeo Modigliani

Netter es una de esas grandes personas que llevan a cabo una obra magistral sin necesidad de publicidad ni fama, por el mas puro amor al arte, por el placer que le provocaba observar sus obras y hacerlas conocidas del gran público. (Chéri me decía ayer, cuando le contaba esta historia, que un judío que se enriquece comerciando con arte, no lo hace sólo por amor. Yo me quedo con mi imagen romántica del personaje). No lo dice en ningún lugar en la exposición pero yo sostengo que tiene una marcada preferencia por los artistas judíos (muchos de ellos murieron en campos de concentración en la II Guerra)... incluso Modigliani es sefardí.

Jeanne Hébuterne
Hay que situarse también en la época: París de la post-guerra, “Los Años Locos”. El recuerdo de la guerra está todavía muy presente y para librarse de él, todo está permitido. En ese momento, el barrio de Montparnasse estaba en plena ebullición artística. Se dejan de lado los tabues, las mujeres aligeran su vestuario (o se lo sacan, directamente, como Josephine Baker). En Montparnasse te podías cruzar con Picasso, Chagal, Zadkine, Gertrude Stein, Hemingway, Dos Passos, Henry Miller, Fitzgerald, Ezra Pound, Man Ray, Joyce o T.S. Eliot. Alguien dijo que en Montparnasse “bebemos y bailamos. Fumamos y hacemos el amor. Escribimos y pintamos. Coco, heroína y nieve (seguramente haciendo alusión a las drogas). Nos picamos y aspiramos entre el pulgar y el índice. La policía cierra los ojos. Cada uno y cada una quiere hacer su vida. Reinventamos el amor, totalmente, como las doctrinas estéticas o las formas de pintar. Con el mismo deseo de hacer “borrón y cuenta nueva”. No se vive mejor en ningún otro lugar, libremente, ¡he aquí la palabra clave!. El amor libre, el arte libre.”

El 24 de enero de 1920 muere Modigliani. Al día siguiente, su esposa Jeanne Hébuterne, embarazada de nueve meses y con una hija chiquita, se suicida. Estas muertes conmocionan el ambiente artístico de Montparnasse y sirven para tener una perspectiva de la importancia que tendrá Modigliani en el futuro.

Es en esta atmósfera tan pasional, esta ebullición cultural, que estos artistas tienen la suerte de pintar y existir.

Suzanne Valladon


Retrato de Zborowski - Modigliani




















(*) Quodlibet: del latín quod : « lo que », y libet : «te place». La RAE prefiere la horrenda forma cuodlibeto que no pienso utilizar.
1. m. Discusión sobre un punto científico elegido al arbitrio del autor.
2. m. Dicho mordaz, agudo a veces, trivial e insulso las más, no dirigido a ningún fin útil, sino a entretener.
3. m. Uno de los ejercicios en las antiguas universidades, en que disertaba el graduando sobre materia elegida a su gusto.


Esta es, pues, mi disertación sobre un tema de mi gusto.


28 junio 2012

Frogs vs. Brits

Acabo de volver de un encuentro sobre Energías Renovables Marinas en Brest. Una de las conferencias fue sobre las relaciones y diferencias del mercado británico y francés. Dos señores pescadores muy caricaturescos (tatuajes de anclas y serpientes de varias cabezas sobre los antebrazos, panza prominente uno, bíceps enormes el otro) que se reconvirtieron en hombres de negocios al abrir su propia empresa de barcos adaptados para los molinos de viento offshore, contaban las dificultades de su trabajo. En particular una que me hizo reflexionar en las vueltas paradójicas de la historia: en UK es extremadamente difícil conseguir personal capacitado para navegar, léase marinos, personal de puerto, skippers, etc. ¿No es casi gracioso que en la nación de piratas por excelencia, de filibusteros y corsarios, del Capitán Drake, Cook y Sir. Henry Morgan (Sir!! un pirata Sir!!) escaseen los marineros? A mi me pareció genial.

Y a la vuelta, en el tren leía un artículo sobre la invención del motor a vapor por James Watt, otro inglés. El motor fue fundamental en la Revolución Industrial, casi que no hubiese habido tal revolución de no haber existido Mr Watt. El texto contaba como Watt se estaba haciendo un té mientras su mujer se ocupaba de sus cinco hijos en la habitación de al lado. Puso la pava en el fuego y se sentó a esperar que hierva. Su mujer no paraba de ir y venir, de hacer múltiples cosas simultaneamente mientras él estaba sentado, viendo como el fuego calentaba la pava y poco a poco dejaba salir vapor. Parece que en ese momento tuvo la idea, viendo la cantidad de energía gastada por un lado y la concentración de la misma dentro de la pava. Watt tomaba su English Breakfast o su Earl Gray -vaya uno a saber- mientras, potencialmente, se gestaba la Revolución Industrial. Todo por una good 'ol cup of tea.
No sé si será verdad pero es una linda historia, ¿no?. Y yo pensaba que eso no hubiese sucedido en Francia, acá estaban muy ocupados decidiendo la forma de las patas de las sillas, mesas y bañeras. Mezclando escencias para hacer perfumes, decidiendo la tela de los volados y encajes. Haciendo gobelinos y edificios rococó. Un Paris-Brest no los llevaba ni hasta Chartres... aunque a mi el TGV Brest-Paris me llevó hasta mi casa en el molino*.

Eso nomás.


*juego de palabras muy trucho, mi calle se llama "Moulin des Près"

04 junio 2012

Le temps nous égare, le temps nous étreint *

Como cada vez que vuelvo a mi casa paterna, al pueblo donde nací y que me vio crecer; como cada vez que me encuentro con mis amigas de la infancia a quienes quiero como hermanas; como cada vez que me encuentro con amigos de mis padres quienes me conocen desde nena y con quienes ahora converso como lo haría con un amigo mío; como cada vez que entro a mi habitación donde fui nena y adolescente y me encuentro con mis cosas; como cada vez que camino las calles de mi pueblo y noto cuánto creció un árbol o miro la cordillera para ver cómo estará el día mañana...

Cada vez.

Inevitablemente.

Una sensación única me invade.

Una sensación que siento sólo acá. Esa mezcla perfecta de genuina felicidad y profunda tristeza. Ese 50/50 que me deja perpleja, melancólica, vacilante.

Hoy estuve ordenando viejas fotos y no dejo de sorprenderme con la complejidad de nuestro cerebro y de la memoria. Instantes olvidados capturados en papel se reviven. Otros se decoloraron y sólo quedan vagas sensaciones y es difícil determinar si son aquéllas provocadas por el momento fotografiado o sólo una reacción a la foto en cuestión. Y finalmente aquellos otros que simplemente se evaporaron y es ese rectángulo de papel, esos colores distorsionados por el tiempo, esos 10x15 cms. los únicos testigos de lo que fue, de esa realidad que existió como un ahora efímero destinado al olvido.

Las expresiones de nuestros seres queridos se fueron transformando con la vida. Aparecen caras de gente que en un momento dado fueron parte de nuestra cotidianidad y a quienes prácticamente olvidamos con el tiempo. 
Y sobre todo, en esos 10x15, viven los que ya no están, los que se fueron antes que nosotros. Viven plasmados en un papel, sonrientes frente al objetivo, despreocupados por el día en que, en un futuro no tan lejano, a alguien que los amó y que los extraña se le comprima el pecho y la garganta al sentir que nos miran a los ojos, otra vez... y sonríen... hasta que los colores del papel terminen de disiparse.


* "El tiempo nos pierde, el tiempo nos abraza" la traducción de un verso de Jacques Prévert:


"Le temps nous égare / Le temps nous étreint
Le temps nous est gare / Le temps nous est train."

Jacques Prévert